
Por qué no logras cuidarte y cómo empezar un autocuidado realista sin culpa
Por José Miguel Rivas el mayo 26, 2025
¿Te has preguntado por qué a veces, aun sabiendo perfectamente qué necesitas para sentirte bien, simplemente no lo haces? No eres la única persona. De hecho, este es uno de los bloqueos más comunes cuando se trata de autocuidado.
Sabemos que mover el cuerpo, dormir mejor, meditar o alimentarnos con más conciencia nos hace bien. Pero la realidad es que muchas veces postergamos, evitamos o simplemente nos saboteamos. Y no es por flojera, ni por falta de disciplina, sino porque el camino hacia el cuidado propio suele estar lleno de emociones complejas: miedo, vergüenza, frustración, dudas.
Este artículo es una guía compasiva y realista para entender por qué cuesta tanto cuidarse… y cómo empezar a hacerlo sin culpa, desde el lugar más amoroso posible: el de la conciencia.
¿Qué es el autocuidado realista y por qué es tan difícil empezar?
El autocuidado realista es la práctica de atender tus necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales de forma sostenible, humana y compasiva. No se trata de seguir rutinas perfectas ni de replicar lo que ves en redes sociales. Se trata de reconocer:
- Lo que verdaderamente necesitas hoy.
- Qué puedes sostener sin exigencia extrema.
- Cómo acompañarte en la incomodidad que eso implique.
¿Por qué nos cuesta tanto?
La psicóloga Hann Anda lo explica así: «A veces no es que no sepas qué hacer, es que cada acción implica enfrentarte con emociones que no sabes cómo gestionar». Es decir:
- Hacer ejercicio no es solo mover el cuerpo: es mirar tu imagen corporal, tu resistencia, tu juicio interno.
- Comer mejor puede remover culpa, control o exigencia de años.
- Iniciar una terapia puede abrir emociones que evitaste durante mucho tiempo.
Por eso, el primer paso no es «ser disciplinado». Es entender que la incomodidad no es un error, sino parte natural del proceso.
Y sí, cuidarse puede doler un poco… pero también puede ser una de las formas más profundas de sanar.
Cómo crear una rutina de autocuidado sostenible sin caer en la exigencia
Si ya sabes que cuidarte no es solo seguir una lista de hábitos, ¿cómo puedes entonces crear una rutina que funcione para ti? Aquí va una fórmula que combina ciencia, psicología y mucho amor propio:
1. Elige una acción que puedas sostener hoy
No pienses en todo lo que «deberías hacer». Pregúntate: ¿Qué puedo hacer hoy por mí que sea realista y me haga bien? Puede ser:
- Preparar una comida nutritiva sin prisas.
- Dar un paseo de 10 minutos escuchando música.
- Poner una alarma para dormir a la misma hora tres días seguidos.
2. Acompaña la incomodidad con amabilidad
Como dice Hann, muchas veces evitar el autocuidado no es pereza, es miedo a lo que sentimos cuando lo intentamos. Por eso, acompáñate:
- Habla contigo en segunda persona: «Estás haciendo algo nuevo, está bien si se siente raro.»
- Prepárate una bebida que disfrutes, crea un ambiente cálido.
- Anticipa que habrá momentos incómodos y no huyas de ellos: respira, observa, continúa.
3. Hazlo ritual, no obligación
Cuando conviertes un hábito en un momento con significado, tu cerebro lo interpreta como parte de tu identidad, no como una tarea externa.
- Enciende una vela antes de meditar.
- Agradece mentalmente algo bueno al ducharte.
- Usa ropa cómoda o especial para hacer ejercicio.
4. Crea red de apoyo, pero no dependas de ella
Comparte tu proceso con alguien, una amistad, terapeuta o incluso un grupo online. Pero recuerda: el motor eres tú.
- Pacta pequeñas metas con alguien más si te ayuda a mantenerte firme.
- Pide apoyo cuando te sientas desmotivado/a.
5. Celebra los avances sin importar el tamaño
Cada paso cuenta. Cada día en que elegiste cuidarte, aunque fuera mínimo, vale.
- Haz una lista de “cosas que hice por mí esta semana”.
- Escríbete un mensaje de aliento.
- Reconócelo: me estoy cuidando, a mi ritmo.
La neurociencia del autocuidado: cómo tu cerebro aprende a cuidarse
¿Sabías que tu sistema nervioso puede aprender a disfrutar del autocuidado? Así como aprendió a sobrevivir en la urgencia, también puede reprogramarse para vivir desde el equilibrio. Aquí te dejamos algunos hábitos respaldados por la ciencia:
🧠 Hablarte en segunda persona
Cuando te dices a ti mismo/a: «Puedes con esto, estás a salvo», activas zonas cerebrales vinculadas al autocontrol emocional. Esta distancia lingüística te permite no identificarte con la emoción y autorregularte mejor.
🧗 Exposición gradual a pequeñas incomodidades
No necesitas grandes cambios. Tu cerebro aprende más y mejor cuando te expones a pequeños retos progresivos que puedas gestionar. Ej: ir solo a un lugar nuevo, hablar con alguien desconocido, intentar algo sin tener el control total.
🎭 Visualización kinestésica
No solo imagines el resultado, imagina cómo se siente hacer lo que quieres lograr. Al activar las neuronas espejo, preparas tu sistema nervioso para tolerar el esfuerzo, anticipar obstáculos y sostener la acción real.
🔕 Practicar el silencio y desconexión
El silencio promueve la creación de nuevas neuronas (neurogénesis). Además, permite que tus emociones reprimidas salgan a la superficie y ayuda a reorganizar tu sistema cognitivo.
🔁 Reescritura de recuerdos negativos
Volver a visitar un recuerdo doloroso, pero esta vez desde una perspectiva de compasión o aceptación, reduce su carga emocional. Tu sistema nervioso aprende que no todo dolor pasado define tu presente.
Claves finales: cómo empezar HOY a cuidarte mejor
Si has llegado hasta aquí, respira hondo y reconoce algo: ya estás empezando. Leer esto también es una forma de cuidarte. Ahora veamos cómo puedes seguir:
✅ Empieza con una acción pequeña: algo realista y sencillo que puedas hacer hoy mismo.
✅ Sé amable contigo cuando te sientas incómodo/a: la incomodidad no es el enemigo, es parte del camino.
✅ Crea experiencias, no solo hábitos: ritualiza tus acciones, hazlas tuyas, hazlas significativas.
✅ Celebra tus avances: lo pequeño también es grande si está alineado con tu bienestar.
✅ Pide ayuda si la necesitas: el autocuidado no significa hacerlo todo solo/a.
🌱 Conclusión: cuidarte no es un lujo, es una forma de honrar tu humanidad
Practicar el autocuidado no se trata de vivir sin esfuerzo ni de evitar lo incómodo. Se trata de caminar contigo, con todo lo que eres, de forma compasiva.
No te exige ser perfecto: te invita a ser honesto contigo mismo y tomar decisiones que sostengan tu salud y bienestar.
Haz espacio para ti. Mereces sentirte bien, sin exigencia y sin culpa.
💚 Cuidarte es una de las formas más hermosas de recordarte que eres valioso solo por existir.